lunes, 9 de noviembre de 2009

ALMA


A veces los cambios nos abruman, nos dejan sin fuerza como si fueran sangrijuelas hambrientas. En otras ocasiones nos cogen desprevenidos y nos acorralan sin tomar aliento.Pero allí debemos estar, dispuestos a coger nuestro escudo dorado, nuestra armadura recién esmaltada y nuestra espada perfectamente templada.Y con nuestra mente perfectamente sincronizada con nuestra alma, invocar a los cuatro elementos para que fluyan a través nuestro y nos muestren cual es el camino que debemos tomar.
Dispuestos a enfrentarnos con el mas fiero dragón mostramos nuestra luz más pura, aquella que hemos recogido tras fundir todos los colores del arco iris. Y allí vamos contra todo pronóstico,haciendo frente a nuestro más oscuro miedo, el miedo a nosotros mismos y seguimos hacia adelante, blancos de espíritu, rojos de pasión, transmutando con lilas los pasos que mueven nuestras energías. Resplandecientes rayos dorados bendicen cada palabra que pronunciamos al viento.
Dispuesto el guerrero a encontrarse con sus hermanos y sus hermanas de luz,proclama a la cruz guía que los ponga en su camino para fusionar sus espadas en un hermoso cáliz donde albergar el amor más puro y repartirlo a toda la humanidad.
Hermanos, hermanas, hijos e hijas grita el guerrero, salíd a mi encuentro, yo os mostraré la sangre más pura, las palabras más claras. Embarcaros conmigo y sentiréis la paz y la tranquilidad en vuestra alma.

Núria Marco Raga

1 comentario:

  1. Me he quedado si palabras, estoy un poco pasmado por lo que acabo de leer, je, je, je
    Es demasiado grande para mí, demasiado hermosas tus palabras, demasiado valientes, pero así debe de ser.
    Fuerza y valor.
    Curro

    ResponderEliminar