Debería ser lo más sencillo del mundo, pero no lo es. Para ser uno mismo no hace falta hacer nada; ya se es. ¿Qué otra cosa puedes ser? ¿Cómo puedes ser otro?. El problema surge cuando la sociedad te impone ser otra persona, ya sean tus padres, tus profesores..., vamos perdiendo el contacto con nosotros mismos. Te aleja de tu centro, te arrastra fuera de ti mismo. Te enseña a ser como uno o como otro a través de modelos, de imágenes etc. Entonces aparece el problema, en el mejor de los casos puedes fingir, pero cuando finges no te sientes satisfecho. Quieres ser tu mismo, algo natural, pero la sociedad ya no te lo permite. Una persona auténtica no se la controla facilmente, no se le puede imponer disciplinas sin previa comprensión. La persona auténtica vive su realidad, no se le puede sacrificar por religión ni por la patria, es imposible que se sacrifique. Siempre defiende su felicidad, es lo absoluto para ella.
Para ser nosotros mismos debemos estar en nuestra identidad olvidándonos del deseo de ser otros o parecernos a otros. Deja las comparaciones y las competiciones. Si comparamos imitamos y si imitamos nos perdemos a nosotros. Respeta tu singularidad, deja que los demás sean y relájate en tu ser. Empieza a disfrutar de lo que eres. Deléitate en los momentos que tengas a tu disposición.
ACEPTATE A TI MISMO Y VIVE CADA MOMENTO.
Núria Marco Raga
