martes, 28 de julio de 2009

ESTRES FAMILIAR EN VACACIONES



Nos encontramos en esos días de verano de largas tardes, comidas a deshoras y sobretodo de muchísimo calor.Ese bendito o maldito enemigo ataca sin compasión hasta al más puro ser humano. Todos sufrimos de él, grandes, niños y bebés. El calor como bien sabemos es un desencadenarte de estrés en las famílias cuando se comparten con él muchas horas juntos.
Tras el sol se añaden otros factores como el no saber compartir espacios juntos debido a la gran cantidad de horas que todos pasamos trabajando o sumergidos en nuestros propios pensamientos sin poder voluntariamente salir de ellos.
Deshacernos del estrés no es fácil, cuando comenzamos las vacaciones pensamos que por el hecho de cambiar de espacio físico nos libramos de él y esto no es así, todavía se agudiza más durante los primeros días de vacaciones. Este dato es importante conocerlo para podernos librarnos de él. Cuando hemos pasado por situaciones estresantes de mucho trabajo, de falta de trabajo y de repente hacemos un parón al que denominamos vacaciones en el cual nuestro objetivo es desconectar y olvidarnos de todo, nuestro cuerpo siguiendo con la dinámica emprendida días atrás continúa segregando adrenalina, cortisol y otras hormonas que nos aceleran y nos hacen estar en un estado de alerta y predispuestos para dejarnos llevar por un estado emocional sin control como puede ser la agresividad o la sumisión.
Esto provoca que por cualquier situación por insignificante que sea se inicien las discusiones sin tregua durante de esos días planificados como idílicos. Si la pareja por falta de tiempo no ha trabajado la comunicación asertiva se agudizan los conflictos sin resolver de todo el año. Si ésta no sabe canalizar el estrés que siente y arremete sin piedad contra su compañer@ o contra sí mism@,las vacaciones se convierten en el puente directo hacia la separación o divorcio en el peor de los casos. No nos olvidemos que también hay niños y bajo una mirada de inocencia ven a sus papás como discuten sin control o sienten un escenario de silencio vacío que no entienden.
Debemos esos días de tan merecido descanso gestionar el estrés para que nos afecte lo mínimo posible y utilizarlo como vehículo de comunicación con nuestra pareja y con nuestros hijos.
Cuando nos encontremos en esa situación, debemos recordar aquellas cosas que nos hicieron enamorarnos de nuestra pareja, los momentos mas felices vividos con ella, el momento del nacimiento de nuestros hijos, los logros más importantes de nuestra vida, sentirlos plenamente, volver a verlos, a sentirlos a olerlos para poder contrarrestar los pensamientos negativos a atrae el estrés. Debemos dar una oportunidad al amor hacia nuestra pareja, hacia nosotros mismos y como no hacia nuestros hijos y tener la valentía de ser los primeros en acernos a ellos y mostrarles nuestro afecto y cariño y no esperar que sean los demás los que inicien este acto. Si os acostumbraís ha actuar de esta manera os aseguro que ganaréis en calidad emocional. Debemos de olvidarnos de nuestro orgullo y de pensar que debe ser el otr@ quién debe de dar el paso. Si realmente queremos que las cosas cambien debemos iniciar el cambio y que más da quién lo haga lo importante es la resolución positiva de las situaciones.
Mucho amor y paz en estos días de verano.

Núria Marco Raga
"Siempre contigo"
www.terapiapositiva.com
info@terapiapositiva.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario