martes, 22 de mayo de 2012

LA CONFIANZA

Cuando somos niños y comenzamos a caminar por primera vez existe en nosotros una ENORME confianza de que seremos capaces de hacerlo. Nadie nos ha enseñado pero sabemos que lo haremos. Observamos a las personas mayores y a otros niños y comenzamos a practicar. Se cae y repite y se vuelve a caer y vuelve a repetir, hasta que la confianza lo vence y entonces se pone a caminar.
El niño puede confiar en todo: puede jugar con qualquier animal, puede irse con cualquiera. Porque todavía no ha aprendido a cómo dudar de sí mismo, no ha entendido el escepticismo, la lógica. No le hemos enseñado a tener miedo a casi todo, a la precaución y la prudencia. Todo este aprendizaje provoca que su confinanza quede relegada en lo más profundo de su interior y que a veces no la encuentre.
La confianza se lleva incorporada, está en cada una de nuestras células y nos acompaña toda nuestra vida. Tan solo la debemos dejar brotar para que resurja de nuestro interior.

Núria Marco

No hay comentarios:

Publicar un comentario