Son varias las personas que han venido a mí en busca de ayuda tras leer mis entradas en el blog.
Me expresan tras conocerme que gracias a mis mensajes de ayuda y positividad no se han quitado la vida. Para mí es muy impactante escuchar sus palabras de agradecimiento.
A todas ellas decirles que su gesto me llena de amor y de vocación.
A todas ellas expresarles que voy a continuar brindándoles si me permiten pequeños retazos de mi sabiduría interior.
A todas ellas agradecerles la esperanza que han depositado en mí para mostrarles la luz.
A veces me gusta empezar mis sesiones con la siguiente pregunta.
¿Qué harías si no tuvieras miedo?
Debemos ser conscientes que todos tenemos miedo que no somos los únicos. Todos, cuando nos enfrentamos a un cambio importante en nuestras vidas, tenemos miedo. Pero hay que enfrentarse a ese miedo para cambiar. Por que el miedo es nuestro mayor freno nos hace pensar que no somos libres, que no podemos decidir, que no podemos vivir nuestra vida...
El freno nos lo ponemos nosotros mismos, aunque a veces nos es más cómodo culpar a otros.
Pero el miedo desaparece con el conocimiento, con el autoconocimiento, cuando nos creamos fruto de conocernos, cuando nos libramos de los prejuicios que elaboramos hacia los demás y hacia nosostros mismos.
Yo os invito a que fluyáis y que cada día seáis más auténticos con vosostros mismos y con los demás.